jueves, 24 de abril de 2014


(SEMESTRE: FEBRERO 2014 - JULIO 2014)
LECTURA 4, PARCIAL 2                    Fábula 


En aquella región se erguía una tabla. En la punta tenía atravesado un largo y brillante clavo. El clima era hermoso, la tierra fragante y el cielo transparente. Todo parecía sumergido en una paz eterna. El clavo se sentía bien, el viento hacía vibrar su cuerpo agudo: “¡Doy notas musicales, soy feliz!” A esos parajes llegó un dedo meñique. Al ver a nuestro clavo, exclamó: “¡Qué bello eres! ¡Amo tu música! ¡Te adoro!” Su enamoramiento hizo que quisiera estrechar a su amado. El clavo le advirtió: “¡A mí también me excitas, pero ten cuidado, mi acero es más afilado que el de un bisturí, puedes herirte!” “¡No importa -contestó el meñique- deja que me acerque!” Y abalanzándose hizo que la punta lo picara. Por su herida salió una gota de sangre. “¡Dedo loco: si continúas te destruirás!”, protestó el clavo. Pero el dedo, enceguecido por su pasión, respondió: “¡Quiero llegar al fondo: conociéndote haré míos tus secretos!” Y empujó, atravesándose, hasta tocar con su yema la aspereza de la tabla. El obstáculo lo desesperó. “¡Oh, esta madera me impide llegar a tu cabeza!¡Quítala!” “¡No puedo, ella me sostiene, es la base de mi fuerza y mi canto!”, explicó el clavo. El dedo lloró: “¡Qué decepción! ¡Nunca podré conocerte por entero! ¡Te odio!” Y se desprendió del acero gritando de dolor. “¡Han tratado de destruirme! ¡Socorro!” Inmediatamente llegaron sus cuatro hermanos y al verlo sangrar acusaron al clavo de corruptor de menores y criminal. Se lanzaron hacia él y lo doblaron hasta quebrarlo. Le dijeron al pequeño: “¡Ya no volverá a causar daño! ¡Olvídalo!”: Y se fueron. Al poco tiempo el meñique comenzó a aburrirse. Vio a un hermoso cactus que se estiraba hacia el sol. “¡Oh, sus espinas brillan como astros! ¡Lo amo! ¡Quiero abrazarlo!”. El cactus le advirtió que tuviera cuidado, pero el dedo no quiso oírlo, embriagado por su pasión. “¡Amo tu verde radiante! ¡Te adoro! ¡Deja que me acerque a ti!”…

(SEMESTRE: FEBRERO 2014 - JULIO 2014)
LECTURA 3, PARCIAL 2


                                             Cristifixión 


Tomaron una cruz de madera, la llevaron hacia un hombre que estaba de pie, con los brazos abiertos, en la cima de una montaña; y la clavaron en sus manos, en la cabeza y en sus pies. Fue obligado a soportarla hasta que la humedad, el calor y las polillas la desintegraron. Recogieron el sucio aserrín, lo depositaron en una urna de plata y lo adoraron. El hombre que torturó a la cruz fue condenado al olvido.

Alejandro Jodorowsky

(SEMESTRE: FEBRERO 2014 - JULIO 2014)LECTURA 2, PARCIAL 2

¡chiste!

El pequeño Pedrito regresa de la escuela con una gran sonrisa dibujada en la cara.

-Bueno, cariño, pareces muy contento. ¿Verdad que te gusta la escuela?


-No seas tonta Mamá -responde el niño-. ¡No se debe confundir el ir con el volver.

(SEMESTRE: FEBRERO 2014 - JULIO 2014)
LECTURA 1, PARCIAL 2


El Vector  y la Luna 



Había una vez un famoso vector, aburrido porque no se le consideraba el sentido decidió viajar a la Luna, para ver si ahí, en ese lugar, si habían seres que lo consideraran en plenitud.

Y se encontró con unos enanitos verdes, fortachones y simpáticos, que le hicieron miles de preguntas acerca de cómo era que en la tierra había seres que no le encontraran sentido al sentido, siendo que es tan importante ya que si así fuera no se sabría hacia dónde la Tierra atrae a la Luna o hacia dónde la Luna atrae a la Tierra.

Los enanitos verdes le dijeron al vector: "no te ofendas, pero aquí también hay
seres que se parecen a ti, pero nosotros los llamamos simplemente "flechas", así nadie se confunde".

El vector se miró a sí mismo y se quedó pensando un rato y ¡claro!, dice el vector, si toda la confusión nace de una tontera, yo nací para deleitar la matemática (un plato de comida muy rico que se sirve en la Tierra) y buenollegaron unos que se decían físicos y me empezaron a utilizar y a usar. Ahí fue cuando algunos, que no eran físicos, no comprendieron mi naturaleza y no me entendieron y me quitaron parte de mi razón de ser.

Para miles y miles de personas, grandes, más grandes, chicos y más chicos, sin embargo, me usan y abusan. Mira enanito verde, por ejemplo: a un niño terrícola lo envía su mamá terrícola a comprar un crédula (algo nuevo, que recién apareció en el mercado) y le dice: ándate en la dirección del viento y cuando llegues a la esquina toma el sentido de la aurora boreal pues ahí está lo que te pido, y el niño entendió muy bien el mensaje y no se perdió.
Yo, como soy un vector, me pongo a reflexionar y digo: si no hubiera un sentido

¿habría llegado el niño a buscar lo que su mamá le pidió?
Ves, hasta un niño puede usarme con facilidad, no sé por qué ahora, algunos terrícolas grandes me quieren ignorar, esto me entristece y ya no sé quéhacer.

El enanito verde le dijo: “no te apenes, verás como aquí en la Luna te vamos a querer como te mereces” y el vector, muy entusiasmado, se quedó a vivir en la
Luna.

Y no pasaron más de dos eclipses y tatata tan.
Las campanas doblaron el vector se prendó de la Luna y aceptó vivir con ella para el resto de sus días o para la eternidad, lo que llegue primero, y así el vector y la luna fueron felices para siempre.

(Lectura propuesta por la profesora Paula López Montiel)